La mejor medicina se nos va de las manos

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Por Cristina Fernández Miqueleiz
Dietista-Nutricionista Colegiada nº NA 00003
Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Navarra

El puchero ha constituido durante cientos de años el soporte fundamental de la cocina española. Sin embargo, el ritmo de vida de nuestra sociedad ha hecho  que poco a poco hayan ido desapareciendo de nuestros hogares, más aun entre las personas jóvenes. Cierto es que, por su calidad nutricional,  muchos de estos platos deberían estar presentes con mayor frecuencia en la alimentación de los españoles durante todos los meses del año.

Platos para todos los gustos

Con los platos de cuchara nos referimos a todas aquellas recetas elaboradas en puchero frías o calientes en las que la cuchara supone un elemento indispensable. Sopas, cremas, purés, potajes, calderetas y guisos elaborados con ingredientes saludables constituyen platos propios de nuestra dieta mediterránea.

Gracias a los platos de cuchara podemos saborear prácticamente todos los alimentos que ofrece el mercado y elaborar con ellos exquisitas preparaciones culinarias donde la variedad de colores, sabores y texturas sean la nota predominante. Pero… ¿por qué es más común hoy en día cocinar unas judías verdes con patata y no un fino puré de calabaza?, ¿un filete rebozado y no un guiso suave de patatas con carne?, ¿un pescado a la plancha y no una original caldereta de sepia con patatas?, ¿un plato de pasta y no una sopa de fideos con garbanzos?, ¿un arroz a la cubana y no un tradicional potaje de lentejas con arroz?, ¿cualquier plato precocinado o una sencilla crema de guisantes?.

Rápidos

Quizás sea porque pensamos que su preparación requiere demasiado tiempo y no es así si empleamos para ello una olla express o compramos alimentos semi-elaborados como legumbres en conserva.

Ligeros

También se excluyen este tipo de recetas al pensar que son una bomba de calorías, en cambio, bien cocinados, desprovistos de excesivas grasas y tomados en cantidades suficientes se pueden emplear incluso en dietas de adelgazamiento. Esto se consigue dando preferencia a ingredientes vegetales y sustituyendo embutidos y carnes grasas por otros productos cárnicos magros. Nada tiene que ver el cordero al chilindrón con el pollo a la hortelana.

Económicos

Y qué decir tiene el aspecto económico; estos platos resultan mucho más asequibles para los bolsillos ya que incluyen pocas cantidades de proteínas animales como las carnes y los pescados, algunos de los productos que más encarecen la cesta de la compra. Se prima en todos ellos ingredientes mucho más económicos como la patata, la legumbre o el arroz. Además muchos de estos platos se pueden elaborar con una mínima cantidad de aceite.

Cómodos

¿Cuál de estos platos no se puede preparar el día anterior? Elaborar la comida de víspera es una de las tareas más típicas en muchos de nuestros hogares para poder llegar al día siguiente, calentar y listo.

Saciantes

La saciedad de estos platos se debe en parte al elevado contenido en fibra que le aportan las verduras y hortalizas o las legumbres. Si bien es cierto que los platos calientes sacian más en comparación con platos fríos o templados, no debemos renunciar a ellos en los meses de verano: marmitako de bonito, pochas con almejas o calderete de carne pueden ser elecciones muy acertadas para una comida en el campo. En esta temporada reduciremos aquellos potajes calientes demasiado pesados para dar paso a otros platos de cuchara más refrescantes: crema de espárragos blancos, gazpacho, salmorejo, vichysoisse, crema fría de calabacín…

Nutritivos

Al estar presentes tantos grupos de alimentos en los platos de cuchara, además de tantas texturas y sabores diferentes, estos se convierten en una excepcional elección donde encontrar todos los nutrientes que necesitan los diferentes grupos de población.


 

En definitiva, los platos de cuchara elaborados de forma casera invitan a recuperar sabores tradicionales y de siempre bajo unas excelentes características nutricionales.