Mis almuerzos para el cole

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Por Cristina Fernández Miqueleiz
Dietista-Nutricionista Colegiada nº NA 00003
Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Navarra

Llega septiembre y todas las personas con hijos en edad escolar terminan de preparar la vuelta al cole. Nadie duda que material escolar, libros, batas, calzado y ropa de colegio debe estar a punto para el primer día de colegio. Sin embargo, ¿hemos dedicado unos minutos a decidir con nuestros hijos e hijas sus almuerzos? Convierte esta pequeña tarea en un juego que sin duda nos va a evitar más de una rabieta o enfado a lo largo del curso escolar.

Día tras día tenemos que pensar qué tentempié meter a nuestros hijos en su bolsita del almuerzo. En más de una ocasión los niños vuelven con el almuerzo a casa o descubrimos que lo han tirado a la basura. Esto nos lleva a prepararles siempre las mismas opciones, muchas de ellas poco saludables, que se repiten cada 2 o 3 días. Esta monotonía se traslada a otras comidas del día y la variedad de alimentos que toman es cada vez menor.

Por ello te proponemos el siguiente juego: siéntate con ellos y explícales en qué consiste. “Cada vez te vas haciendo más mayor y queremos que decidas tú mismo los almuerzos que vas a llevar al cole. Nosotros te vamos a ayudar: vamos a hacer una lista de todos los almuerzos que te gustaría llevar al cole y lo vamos a clasificar en frutas, bocadillos u otros. De esta forma todo lo que lleves al cole te va a gustar”. En las frutas tendremos en cuenta el formato, enteras con piel, peladas en tupper… Habla con ellos si les incomoda o no que les pongamos un pequeño tupper o cucharillita. En la mayoría de los casos se pasan el recreo jugando y corriendo y les puede resultar algo molesto.

Te ofrecemos algunas ideas pero te recomendamos que uses tu imaginación y ante todo que valores los gustos de tus hijos e hijas.

  • Frutas: Plátano, manzana o peras pequeñas, mandarinas, uvas, y frutas de temporada como rodaja de melón o sandía, cerezas, fresas… Se recomienda elegir esta opción al menos 2 veces por semana.
  • Bocadillos: alternando todas las opciones jamón serrano, jamón york, pavo, lomo embuchado, lacón, queso en lonchas, queso de untar, queso fresco, atún, hummus, mermelada y, con menor frecuencia chorizo, mortadela, salchichón, fuet, paté, crema de cacao o chocolate. En las opciones saladas podemos añadir aceite de oliva, tomate o aguacate. Para los más mayores que requieren un mayor aporte energético se puede incluir tortilla, lomo, pechuga de pollo, vegetal, jamón con pimiento…Podemos variar el tipo de pan, blanco, de molde e incluso ir introduciendo panes integrales, de semillas, incluso de otros cereales como la espelta.
  • Otros: Frutos secos (nueces, almendras, cacahuetes o avellanas peladas), tortitas sin sal añadida, picos o palitos de pan, bizcocho casero, yogures, zanahoria pelada, tomatitos Cherry…

Según la edad del niño podemos escribir una lista, dibujar, colorear o incluso pegar recortes de fotos con los folletos publicitarios de los supermercados. Con los más mayores podemos trabajarlo como una negociación, más que como un juego.

En caso de tener más de un hijo podemos hacer una especie de competición, gana quien más opciones incluya en su lista. Al menos la lista debe contener 10 almuerzos diferentes pero ayúdales a conseguir 20 para que varíen el almuerzo durante todo un mes. Pueden rellenar su propio calendario de almuerzos para que tengan claro qué deben llevar en su bolsita cada día.

Ten en cuenta que en muchos coles los almuerzos están limitados ya que algunos de ellos no permiten llevar bollería industrial, yogures bebibles o zumos para evitar que se derramen por el suelo y en otros es obligatorio llevar fruta determinados días de la semana para que no haya diferencias entre unos niños y otros. Es importante que te informes bien sobre este tema.

Una norma que debemos cumplir es no permitir que se lleven más almuerzo porque ese día han desayunado menos cantidad. De ese modo verán la importancia de realizar un desayuno completo cada mañana. Y los más mayores, que tienen cierta independencia económica, deben entender que el almuerzo casero resulta mucho más sano y económico que cualquier opción que puedan adquirir en máquinas expendedoras.

Hacerles partícipes a ellos de preparar sus almuerzos, incluso que se preocupen de anotar en la lista de la compra e ir a comprar si se ha terminado algo.

Para concluir cabe resaltar que la conciliación familiar y laboral nos obliga a tomar una decisión importante en cada familia: dejar o no a nuestros hijos en el comedor escolar. Indudablemente es una decisión que ellos, les guste o no, no pueden decidir. En cambio el almuerzo sí que es algo que ellos pueden escoger: dejémosles opinar.