Sin agua no hay vida

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Por Cristina Fernández Miqueleiz
Dietista-Nutricionista Colegiada nº NA 00003
Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Navarra

Es bien sabido por todos que beber agua es necesario e imprescindible para vivir. Tanto es que un ser humano puede sobrevivir muchos días sin comer pero no sin aportar líquidos al organismo. Sin agua, no hay vida.

Casi la totalidad de la población es consciente de que hay que beber al menos un litro y medio de agua diario, pero lo que quizás muchos no sepamos es el por qué, los motivos por los que se recomienda beber agua. Nadie pone en duda que es la mejor vía para hidratar el organismo pero… ¿es este el único motivo? ¿qué otros beneficios aporta para el organismo el agua que ingerimos?

Sin agua no hay vida

El agua es imprescindible porque sin su presencia los diferentes órganos del cuerpo, aparatos y sistemas dejarían de funcionar. El agua forma el 85% de la sangre, el 90% del cerebro, el 13% de la piel y casi el 70% de los músculos.

En todo el cuerpo humano solo el agua constituye aproximadamente el 60% del peso total de una persona. Este dato varía en función de diferentes aspectos como por ejemplo:

  • La cantidad de grasa: dado que el tejido adiposo o tejido graso apenas contiene agua, las personas obesas presentan un menor porcentaje de agua corporal, que nada tiene que ver con su ingesta de agua o con la retención de líquidos.
  • La actividad física que realiza la persona: ya que las personas deportistas desarrollan mucha masa muscular y ésta al contener agua, hace que el porcentaje de líquido en personas deportistas sea muy elevado.
  • El estado de salud: por ejemplo las personas encamadas que han perdido masa muscular, contienen un porcentaje inferior de agua corporal que las personas sanas.
  • La edad: Por ejemplo en bebés y niños de corta edad el porcentaje puede aumentar hasta el 80% mientras que en personas mayores se reduce a un 50% aproximadamente.

Beneficios de beber agua

Los motivos por los que conviene beber bien de agua son múltiples y variados:

  • Facilita el transporte de nutrientes por el organismo ya que el agua forma gran parte de la composición de la sangre.
  • Debido a su función estructural, contribuye de forma decisiva a dar estructura y forma al cuerpo mediante la rigidez que proporciona a los tejidos ya que el agua está presente en la mayoría de los órganos del cuerpo.
  • Hidrata la piel. Una persona que bebe suficiente agua presenta una piel más tersa y joven, de lo contrario la piel se arruga y se resquebraja con facilidad.
  • Regula la temperatura corporal.
  • Transporta los residuos que genera el cuerpo hasta los riñones mediante la orina y hasta los intestinos a través de las heces, por lo que su presencia mejora el funcionamiento de estos dos órganos.
  • Aumenta la diuresis –eliminación de la orina- y reduce la concentración de la orina.
  • Elimina toxinas a través del sudor.
  • Facilita la digestión ya que los alimentos necesitan disolverse con agua y jugos gástricos. Es por ello que el aparato digestivo también contiene agua en su composición.
  • Previene el estreñimiento porque el agua disuelve los productos de desecho y ayuda a expulsar las heces.
  • Mejora la circulación de la sangre porque favorece la velocidad de ésta por el torrente circulatorio.
  • Lubrica las articulaciones.
  • Mantiene húmedos los ojos.
  • Previene la aparición de ojeras.
  • Facilita la secreción de saliva evitando la sequedad bucal.
  • Si el agua se toma en ayunas activa los mecanismos de limpieza del organismo sobre todo de las vías digestivas y urinarias. Es suficiente con tomar un vaso de agua antes del desayuno.

¿Cuándo necesitamos beber más agua?

Conviene tener en cuenta que hay una serie de situaciones en las que las necesidades de agua están aumentadas y no es suficiente con un litro y medio de agua. Estas situaciones son las siguientes:

  • Durante el verano o en días de calor intenso.
  • Cuando nos encontramos en zonas de clima muy húmedo.
  • Antes, durante y después de realizar ejercicio físico.
  • Personas que sudan mucho, incluso en situaciones que no requieren un gran esfuerzo físico.
  • Tras la ingesta de comidas copiosas ricas en grasas y proteínas para eliminar sus restos metabólicos, ya que son alimentos que contienen poco agua en su composición.
  • Durante el embarazo porque las pérdidas de líquido se multiplican y durante la lactancia para favorecer la producción de leche materna.
  • Cuando existen ciertos problemas de salud, mostrando especial atención en niños y ancianos:
    • Cálculos en el riñón.
    • Infecciones de orina u otro tipo de infecciones.
    • Fiebre.
    • Vómitos.
    • Diarrea.
    • Cualquier enfermedad que curse con estos síntomas.
  • Después de ingerir abundantes cantidades de alcohol o café ya que incrementan la deshidratación y la diuresis.

Falsas creencias

El agua no retiene líquidos

El hecho de beber agua no favorece la retención de líquidos sino todo lo contrario, evita la retención. Cuando al organismo se le aporta poca agua, este tiende a retenerla para tener reservas en otras ocasiones. En cambio, si se bebe suficiente cantidad de agua, el organismo se queda con la que necesita y elimina el resto.

El agua no engorda

A diferencia de lo que muchas personas piensan el agua ni engorda ni adelgaza, se tome cuando se tome. Es un líquido imprescindible para vivir por sus múltiples beneficios pero que no aporta calorías al organismo. Si es cierto que si bebemos un litro de agua pesamos un kilo más, pero esto es pasajero porque pasado un tiempo este líquido se va eliminar de una forma o de otra. Sin embargo el agua no influye en el aumento de grasa corporal.


 

Por todo esto y mucho más, mantener el cuerpo bien hidratado es sin duda uno de los pilares de un buen estado de salud. Y por supuesto nadie debe esperar a sentir la sensación de sed para beber agua, ya que la sequedad bucal es un síntoma de deshidratación.