Alimentarse bien en verano

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Por Cristina Fernández Miqueleiz
Dietista-Nutricionista Colegiada nº NA 00003
Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Navarra

El término verano es para muchas personas sinónimo de tranquilidad y libertad, creyendo merecerlo todo para compensar los meses anteriores de trabajo y esfuerzo. Sea cual sea nuestro destino vacacional, serán las comidas y el descanso lo más deseado un año más.

Recordemos que en verano también podemos…

Realizar ejercicio físico

Aunque es cierto que durante el verano quedan suspendidas muchas de las actividades deportivas, no es excusa para que nosotros mismos busquemos otras alternativas para aumentar la actividad física. Las agradables temperaturas nos ayudan a potenciar los ejercicios al aire libre y nada más sencillo para personas de todas las edades como es el caminar. La lista de acciones es innumerable, si bien es cierto que conviene elegir las primeras y últimas horas del día para evitar el calor intenso del mediodía: paseos por los jardines de la ciudad, caminatas por la playa, senderismo en el ámbito rural, excursiones al monte, visitas culturales, desplazamientos en bici, natación en la piscina, bailes o juegos de palas.

Hidratar el cuerpo con bebida sana

Helados cremosos, cervecitas frías y refrescos azucarados no son las únicas alternativas para hidratar el organismo. Por supuesto que podemos consumirlas pero de una forma esporádica y combinando estas opciones con otras sanas y sin duda sabrosas. La mejor forma de quitar la sed es bebiendo agua, por ello conviene beber constantemente agua para no calmar toda nuestra sed a base de refrescos. Otras alternativas para aumentar la hidratación son limonada casera, refrescos light, polos de hielo, batidos de frutas, gazpachos…

Incorporar platos nuevos

Olvidarnos durante el verano de alimentos básicos como legumbres, patatas, verduras o pescados es un error cometido con frecuencia. Basta con sugerir y probar formas diferentes de cocinar estos alimentos de forma que ensaladas de legumbre, ensaladas de verano con patata cocida, cremas frías de verdura, gazpachos, parrilladas de verdura o pescados a la brasa pueden entrar a formar parte de nuestra alimentación en el verano.

Elegir bien

Tener una amplia oferta de comidas no es razón suficiente para comer hasta nuestros límites. Esto es cuanto más cierto en establecimientos que ofrecen buffet libre, todo incluido o unas cartas interminables de tapas y raciones. Conviene pensar de antemano la elección del menú completo para poder compensarlo y combinar los alimentos de forma acertada. Una comida completa será aquella que además de verduras o ensaladas incluya algo de carne, pescado o huevo y algún carbohidrato como patatas, arroz, pasta o legumbre. Todo ello se puede acompañar por una ración moderada de pan, una bebida a elegir y un postre.


 

No debemos olvidar que el verano es una época de descanso que nos ha de servir para reponer fuerzas y comenzar bien el otoño. Pero si mantenemos en general unos buenos hábitos menos esfuerzo supondrá adaptarse a la nueva situación al término del verano.